- Perfil del estudiante, Docente y del Directivo Docente

PERFIL DEL ESTUDIANTE

El estudiante de la Institución Educativa de Sabanalarga “Fernando Hoyos Ripoll”, debe ser un individuo con un desarrollo humano integral, con sentido de pertenencia local y nacional; comprometido consigo mismo y con su entorno; intelectualmente competente; capaz de expresar el amor en sus relaciones interpersonales; capaz de un compromiso solidario y comunitario; abierto al cambio y en busca de una sociedad más justa.

Por lo anterior, impulsaremos nuestros esfuerzos hacia la formación de estudiantes:

Generadores de cambios en su comunidad.
Respetuosos de si mismo, de sus compañeros y de los miembros de la comunidad educativa.
Responsables en el cumplimiento de sus deberes como estudiantes, que le permitan un buen desempeño académico.
Respetuosos de los bienes de sus compañeros y de la Institución.
Conscientes de sus aptitudes, poniéndolas al servicio de los demás y de sus dificultades para tratar de superarlas.
Practicantes de los valores humanos.
Practicantes de un buen vocabulario.
Conscientes de sus compromisos con la Institución
Constructores de su proyecto de vida.
Creativos en la solución de problemas.

PERFIL DEL DOCENTE Y DEL DIRECTIVO DOCENTE

Si queremos estudiantes intelectualmente competentes, necesitamos docentes y directivos docentes:

Que susciten en el estudiante el pensamiento propio y que les den herramientas y medios para que con su imaginación e inventiva encuentren la verdad.
Que tengan un buen desempeño profesional, que se evidencie en el resultado académico de sus estudiantes.
Que amen la naturaleza y propendan por su conservación y cuidado.
Que respeten las normas y políticas establecidas por el Ministerio de Educación Nacional y las autoridades educativas territoriales.
Que diferencien entre ser creativos del conocimiento, a ser repetidores de este.
Que sean intelectualmente inquietos, estudiosos, e investigadores.
Que respeten y comprendan la libertad de ideologías de sus estudiantes, siempre y cuando no atenten contra las normas establecidas.
Que se comprometan con el momento actual que vive la Institución educativa.
Que sepan brindar confianza a sus estudiantes, sin perder su autoridad.
Que amen la vida y la protegen.
Que comprendan que la auténtica pedagogía es una obra de amor y por lo tanto es una entrega generosa y desinteresada.
Que sean soñadores y que enseñen a soñar a sus estudiantes.
Que tengan sentido de pertenencia por la institución.
Que sepan convivir en sociedad y trabajar en equipo.
Que sean sinceros y amantes de la justicia.
Que sean críticos y que al mismo tiempo acepten las críticas.